martes, 15 de diciembre de 2015

De las elecciones (I)

Vaya por delante que un servidor ya ha ejercido su derecho al voto, y que lo que está pasando estos fatídicos días no debería influirle, no obstante, le apena. Aunque mi asiduidad en este mi blog esté decayendo hasta límites preocupantes, he de decir que la razón no se debe a la falta de noticias de actualidad para ser comentadas, sino que uno, al no ser omnipresente, tiene que atender otros menesteres que, por lo pronto, hasta este viernes me tienen absorbido. Rebuscando un huequecito y teniendo presente lo que ocurrió anoche en la academia de televisión, logro comentar por aquí lo que llevan siendo estas semanas de campaña electoral (cuando digo semanas me refiero a las últimas 100 o así...) bajo mi humilde y seguramente errónea opinión.

Si, ayer hubo un debate. La prensa de izquierdas dice que gano Sánchez, la de derechas que Rajoy, los que se creen más perspicaces dicen que ganaron los partidos que no fueron porque fue muy malo el debate y hasta algunos se atreven a decir que el que ganó fue Campo Vidal. De ser así que alguno vaya a decirle que ha ganado el debate y que se puede ir a casa, que dudo que a estas horas se haya enterado aun. Vayamos por partes y así nos enteramos todos.



Si tengo que decir que quién ganó diría que nadie. Me parece patético que entremos en un juego de niños pequeños. Cuando no queremos discutir con alguien, ¿no es cierto que decimos: "tu ganas"? Cada uno mostró lo que es, o lo que pudo mostrar. Lo triste es que como sociedad nos quedamos con la definición que dio Sánchez de Rajoy: "Indecente". Me faltan argumentos para decir si Rajoy es o no es indecente, y si se ha de decir esto en un debate. Como ciudadanos de a pie creo que nunca lo sabremos. Pero yo si me tengo que quedar con algo es con lo pobres de contenido que fueron las "propuestas" (he estado buscando 5 minutos un sinónimo que definiera mejor lo que hizo el candidato socialista ayer y he desistido). Prometía el cielo, y la luna, y cosas que todos queremos, pero nunca llego a dar un solo dato ni a decir como lo iba a realizar (ni como iba a pagarlo...). Rajoy en esa parte estuvo mucho más acertado, bien porque tiene un programa que continúa su labor de estos 4 años o bien porque miente muy bien. A mi si me mienten que me mientan bien. No obstante, no dejo de pensar que Rajoy nunca debió ser candidato de un partido que se supone gobernará (según encuestas) cuando no es capaz de explicar por qué ha de ser fuerte Luis. No me fío, ni aunque me mienta bien.



No creo que todo esto que escribo sea cierto pues puede que sea de los posts que han pasado por este blog que más carga subjetiva lleva. No obstante, como escribo para dar mi opinión, continúo. 

No entiendo-soporto que todos los que ahora se consideran "progres" (lo siento, me repito mucho) consideren que las opiniones de los gurus mediáticos, los Evoles y Pastores, vayan a misa. El debate no fue bueno, pero no porque venga del bipartidismo, sino porque en diversos aspectos ambos hacían un canto a la alegría, pero aquí nadie dice el canto a la alegría que hacen todos y cada uno de los partidos que se suponen mayoritarios (habrá que ver) en estas elecciones. Atizar a PPSOE es muy guay. Es como el que roba a un ladrón, que nadie le va a decir nada. La mediatización de esta campaña electoral, para cualquiera de los bandos de la contienda, me parece de una falta de respeto hacia la inteligencia de los españoles que raya lo indecente. Un consejo, no os asoméis a los medios en unos días, ser críticos, leed lo que dicen los programas y votad al que mienta mejor.

Todo esto viene a colación de que uno, como culto que es y no quiere dormirse cuando va conduciendo, se pone la radio el lunes por la mañana para mi viaje semanal a la Ciudad del Quijote (el bueno no, el que sale en la plaza Mayor cantando a la Mancha manchega). y uno que es culto conoce quienes son los que hablan y se sorprende de las muchas palabras que sueltan pero de lo poquito que dicen.  Alguien que viniera de fuera y no los conociera tendría serios problemas para elegir su voto (a no ser que veas la Sexta). 



El motivo de mi demora es la preparación para el examen oficial de inglés de Trinity. En una de las pruebas, tras leer un texto, te dan varias afirmaciones y debes elegir a que texto corresponden. Dudo mucho que tras asistir a los mítines de los diferentes partidos pudiera elegir ninguna afirmación de ninguno de ellos. Vanos, muy vanos. Y lo preocupante es que, valga la redundancia, no nos preocupe a los que vamos a votar. Pedimos políticos preparados, pero, ¿lo estamos los votantes? El otro día oía a Rosa Díez (brillante por cierto) decir que nos haría falta desde pequeños educación política. Totalmente de acuerdo. Claro, ahora no la tenemos, no podemos pedirles a los políticos que sus propuestas tengan contenido. A cambio nos ofrecen unos argumentos muy de peso para votarles: "como no me votes a mi, van a venir los otros....". Vamos, que yo soy malo, pero los otros peores. Qué alivio...

En verdad, estoy pidiendo mucho. Ya hablé de lo bonitos que quedan los minutos de silencio y las banderas de Francia pero lo inútiles que eran. Semanas más tarde se produce un atentado en la embajada española de Kabul, territorio español a los efectos, mueren dos españoles y hay respuestas así:

Venga, en serio, ¿creéis que estamos en disposición de pedirle altura de miras a un político? Francia se une cuando le hacen un atentado. A los españoles cuando nos la hacen: a) nos la pela, b) le echamos la culpa a los políticos, c) nos alegramos, d) le echamos la culpa a cualquier musulmán. Y ¿decís que tenemos la misma madurez como sociedad que Francia? Luego los más avanzados vendrán diciendo que tenemos que tener un sistema social, educativo y demás como Finlandia. ¿Por qué no se construyen iglúes en el Sahara? Porque se derriten ¿Por qué no tenemos una educación como la de Finlandia? Porque la destruiríamos. ¡Qué bien me siento cuando leo cosas así!


En cada post me despido deseando buena semana. No tengo fuerzas para hacerlo en este. Parafraseando a Mariano, resistid.




No hay comentarios:

Publicar un comentario