Son las modas, imbéciles. Que a mi no me convencéis, que esto se nos va de las manos. Qué yo cuando nací, hace 28 primaveras, esto no era así, que todo esta del revés. Los que seáis más jóvenes, haced un ejercicio de fé, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Los que sois más viejos que yo, acordaos, coño, que lo era.
Este jueves el Ayuntamiento de Barcelona fue testigo de unos hechos insólitos y otros menos insólitos. El menos insólito es que se cuelgue una bandera independentista catalana desde una institución pública. El insólito es que un político entre a codazos para poner una bandera española y otro la agarre para que no la ponga, dejando un espectáculo cómico-taurino (y dale con los toros). A mi no dejó de parecerme un hecho un tanto esperpéntico, pero no por ello le quito su razón al hermano del ministro Fernández Díaz. Si se analiza, aunque fuera insólito, no estaba haciendo nada ilegal, cosa que el concejal Bosch, de ERC, si estaba haciendo, pero claro, este, por estar acostumbrados a verlo, nos parece lo más normal del mundo. A lo que si que nos acostumbramos es a la risa de Artur Mas, esa risa que cuando la poníamos delante de nuestras madres porque nos habíamos salido con la nuestra, esta respondía con una sonora y educadora bofetada.
Pero uno, que es curioso (otros dirán que cotilla), se dedica a navegar por las redes sociales, descubre, atónito, como los grandes (por decir algo) gurus de la comunicación del siglo XXI en España, los Jordis Évoles y Ristos Mejide de turno, critican al unísono al dirigente del Partido (Im)Popular por provocar una guerra patética y de cagarla. A Jordi Évole le da mucha pena. Todos tachan de electoralista que un político sacara la bandera española en un balcón de un edificio público. A ver a ver, rebobinemos, ¿en qué parte de la historia me he perdido para obviar que la bandera española es el PP? Tantos años creyendo que representaba el país, que cuando se la enfundaban los Indurain, Nadal, los campeones del mundo de Basket 2006 o los de fútbol en 2012, en realidad estaban haciendo campaña para el PP. Interesante.
Si hace 20 años (año 1995, ojito), un concejal, se llame como se llame, saca a codazos una bandera española en un balcón municipal dudo que nadie se escandalizase. Algunos lo considerarían de atrevido y poco protocolario. Pero creo que lo último que lo consideraríamos es provocador y con tintes políticos. Ahora, en serio, decidme que esto no es una moda. Es verdad, quizás no lo sea, las modas son algo pasajero y esto quizás pase de castaño oscuro. Venga, pues al menos reconoced que normal normal no es.
Yo vengo de vivir en dos países en los que aman su bandera, quizás hasta unos límites que rozan lo friki. En Estados Unidos sacar la bandera el día de los caídos (Memorial day) o el de la Independencia es la norma. En Reino Unido hasta hacen caretas con la cara de la reina (bueno y de Mourinho). ¿Os imagináis algo así en España?
Yo entiendo que ahora lo guay es atizarle a Rajoy. A mi me gusta también darle, me siento realizado, en cambio hoy voy a romper una lanza. Yo, en un futuro no muy lejano (espero), sere Doctor Ingeniero de Caminos, experto en suelos (supongo). Me pongo en el caso de que alguien me pregunte por ejemplo por el coeficiente de empuje al reposo de una arena densa. Yo puedo responder a la gallega y decir que depende de muchos factores o responder a la manchega que es decir que no tengo ni puta idea. Cuando Rajoy es preguntado por Carlos Alsina sobre la nacionalidad española de los catalanes tras su independencia, Rajoy sale por Finisterre (No iba a salir por las Lagunas de Ruidera...). Acaba realizando unas declaraciones bochornosas y quedando en evidencia como presidente del gobierno. Sin embargo, si vamos a lo importante, al contenido (el continente de Rajoy ya lo conocemos todos...) es que es mucho más atractivo vender que he pillado al presidente del gobierno en mi programa que el reconocer que le estoy haciendo un flaco favor a la unidad de España y que preguntas como esa hay 20000, que en un proceso tan esperpéntico como el "Procés" son imposibles de responder en su gran mayoría porque nunca nadie en su sano juicio pensaba que esto llegaría a este punto. No lo digo yo solo, ya se lo recriminó el periodista Arcadi Espada.
Rifirrafe Espada-Alsina
Leía a otro de los grandes gurus también de esto del blogueo que solo hay una cosa más cansina que una bandera: dos. Le respeto, no lo comparto. Mi carácter, mi forma de ser, mi vida, mis experiencias fuera, hacen que me guste este país. La bandera es un símbolo de algo o de nada. No es sino la representación institucional de un país, muchas veces de cara al de fuera. Es una forma, más o menos acertada, de unir a la gente de un país bajo unos colores identificativos. A mi ni me gusta ni me deja de gustar el código de colores (que no deja de ser eso). A mi me gusta mi país, mi gente, mi cultura. Entiendo que a Oriol Junqueras no (No acabo de entender que si no le gusta siga queriendo ser español tras la independencia), pero mientras siga en territorio español no tendrá más remedio que acatar las normas que dentro del mismo rijan la convivencia. Y una de ellas es que la bandera española ondee en un ayuntamiento. A mi no me gusta respetar la velocidad con el coche, pero ayer me llegó una multa a mi casa. La pagaré. A Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, no le gusta poner la bandera española, no la pone, no lo pagará. A su concejal Pisarello, cuando el concejal del PP la iba a poner, se lo ocurrió que era mejor no ponerla, que le salió la vena republicana. A mi cuando me sale la vena de corredor de Formula 1 me sale la broma por 400 euros. A él su broma le vale la categoría de héroe.
Y lo mejor no es que aquí cualquier político, en pos de la pluralidad y la libertad de expresión, se pasé por sus partes nobles la ley, es que es la moda. Es que las redes sociales se mofan del que cumple la ley (quitando que un niño de 8 años lo haga con algo más de madurez) y ensalzan la libertad de expresión del que se la salta. Y si un programa de radio dice que el "Procés" es una locura es carca y facha, pero si en él queda ridiculizado el presidente del gobierno, es el programa de radio más visto de los últimos 50 años. En serio, ¿no os gusta más la moda hipster, o la metrosexual, o la lumbersexual, o la gafa-pasta? Es que a mi una moda en la que tomarse a broma lo de que una parte de España se va a separar porque nadie les ha explicado que es una locura, que es más lo que nos une que lo que nos separa, pssss, llamadme loco, no me va.
Buen fin de semana, sos sigo queriendo.
Pero uno, que es curioso (otros dirán que cotilla), se dedica a navegar por las redes sociales, descubre, atónito, como los grandes (por decir algo) gurus de la comunicación del siglo XXI en España, los Jordis Évoles y Ristos Mejide de turno, critican al unísono al dirigente del Partido (Im)Popular por provocar una guerra patética y de cagarla. A Jordi Évole le da mucha pena. Todos tachan de electoralista que un político sacara la bandera española en un balcón de un edificio público. A ver a ver, rebobinemos, ¿en qué parte de la historia me he perdido para obviar que la bandera española es el PP? Tantos años creyendo que representaba el país, que cuando se la enfundaban los Indurain, Nadal, los campeones del mundo de Basket 2006 o los de fútbol en 2012, en realidad estaban haciendo campaña para el PP. Interesante.
Si hace 20 años (año 1995, ojito), un concejal, se llame como se llame, saca a codazos una bandera española en un balcón municipal dudo que nadie se escandalizase. Algunos lo considerarían de atrevido y poco protocolario. Pero creo que lo último que lo consideraríamos es provocador y con tintes políticos. Ahora, en serio, decidme que esto no es una moda. Es verdad, quizás no lo sea, las modas son algo pasajero y esto quizás pase de castaño oscuro. Venga, pues al menos reconoced que normal normal no es.
Yo vengo de vivir en dos países en los que aman su bandera, quizás hasta unos límites que rozan lo friki. En Estados Unidos sacar la bandera el día de los caídos (Memorial day) o el de la Independencia es la norma. En Reino Unido hasta hacen caretas con la cara de la reina (bueno y de Mourinho). ¿Os imagináis algo así en España?
The Mall, Washington D.C. |
The Mall, London |
Palacio Real de Madrid, lo del fondo es una bandera, sí |
Rifirrafe Espada-Alsina
Leía a otro de los grandes gurus también de esto del blogueo que solo hay una cosa más cansina que una bandera: dos. Le respeto, no lo comparto. Mi carácter, mi forma de ser, mi vida, mis experiencias fuera, hacen que me guste este país. La bandera es un símbolo de algo o de nada. No es sino la representación institucional de un país, muchas veces de cara al de fuera. Es una forma, más o menos acertada, de unir a la gente de un país bajo unos colores identificativos. A mi ni me gusta ni me deja de gustar el código de colores (que no deja de ser eso). A mi me gusta mi país, mi gente, mi cultura. Entiendo que a Oriol Junqueras no (No acabo de entender que si no le gusta siga queriendo ser español tras la independencia), pero mientras siga en territorio español no tendrá más remedio que acatar las normas que dentro del mismo rijan la convivencia. Y una de ellas es que la bandera española ondee en un ayuntamiento. A mi no me gusta respetar la velocidad con el coche, pero ayer me llegó una multa a mi casa. La pagaré. A Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, no le gusta poner la bandera española, no la pone, no lo pagará. A su concejal Pisarello, cuando el concejal del PP la iba a poner, se lo ocurrió que era mejor no ponerla, que le salió la vena republicana. A mi cuando me sale la vena de corredor de Formula 1 me sale la broma por 400 euros. A él su broma le vale la categoría de héroe.
Y lo mejor no es que aquí cualquier político, en pos de la pluralidad y la libertad de expresión, se pasé por sus partes nobles la ley, es que es la moda. Es que las redes sociales se mofan del que cumple la ley (quitando que un niño de 8 años lo haga con algo más de madurez) y ensalzan la libertad de expresión del que se la salta. Y si un programa de radio dice que el "Procés" es una locura es carca y facha, pero si en él queda ridiculizado el presidente del gobierno, es el programa de radio más visto de los últimos 50 años. En serio, ¿no os gusta más la moda hipster, o la metrosexual, o la lumbersexual, o la gafa-pasta? Es que a mi una moda en la que tomarse a broma lo de que una parte de España se va a separar porque nadie les ha explicado que es una locura, que es más lo que nos une que lo que nos separa, pssss, llamadme loco, no me va.
Buen fin de semana, sos sigo queriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario